Limpieza antibacteriana

¿Cómo se pueden limpiar y desinfectar las superficies de bacterias, levaduras, esporas y hongos sin utilizar productos químicos, álcalis, sustancias tóxicas o ácidos? Conocemos la respuesta: simplemente con hielo seco.

La limpieza sin productos químicos suena arriesgada, ¿verdad? Todos estamos acostumbrados a solventes fuertes, álcalis y ácidos que se usan en la limpieza industrial. De hecho, conllevan grandes riesgos para la salud. Sin embargo, existe un método de limpieza seguro, sin tóxicos y sin químicos: la limpieza con hielo seco.

El hielo seco es dióxido de carbono en forma sólida. El hielo seco se somete a sublimación, lo que significa que se transforma de un estado sólido a gaseoso sin pasar por un estado líquido.

   

Limpieza ecológica 

La baja temperatura y la sublimación directa a gas hacen que el hielo seco sea un método eficaz de enfriamiento. Su temperatura es más baja que la del hielo y no deja humedad. Una de las finalidades del hielo seco es la limpieza. Se soplan con aire comprimido pequeñas partículas de hielo seco contra una superficie durante la limpieza, que permite la eliminación de residuos como pegamento, aceite, pintura y hongos de los equipos industriales. La limpieza con chorro de hielo seco es una alternativa ecológica a la limpieza con arena o con agua a presión o solventes. Se sabe que el hielo seco impide el crecimiento de bacterias; el proceso de limpieza con hielo seco detiene el crecimiento de hongos y esporas, y reduce la contaminación con otras sustancias biológicas. El hielo seco ayuda a detener el crecimiento de levaduras y otras bacterias. Además, no es tóxico, es inodoro y adecuado para todas las superficies: desde metal, madera y hormigón hasta estructuras de madera fina, vidrio o textiles.

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Ventajas de la limpieza con hielo seco: